¿Por qué elegimos la docencia?

  Nos hacemos esta pregunta recurrentemente y las respuestas no las podemos dar separados de la realidad en la que vivimos. Ser educador implica, más allá de la transmisión de conocimientos, la construcción colectiva de un sujeto critico, solidario y comprometido con la realidad. De qué sirve adquirir conocimientos si los usamos mezquinamente, para el bien propio, en desmedro de los demás. No podemos, como docentes, limitarnos a las formalidades académicas, tenemos que fomentar el espíritu crítico y constructivo y no naturalizar las problemáticas, no aceptar pasivamente las cosas, no debemos acomodarnos o acostumbrarnos a este sistema. Si se extiende la mano para luchar habrá otro docente o estudiante para tomarla.
Son muchas y diversas las trabas que siempre tuvimos los estudiantes para educarnos según la realidad lo amerite. Trabas en nuestra misma formación, en el conocimiento que nos transmiten, en las instituciones, en el sistema completo. Siendo estudiantes, y el día de mañana docentes, no podemos   quedarnos de brazos cruzados viendo como algunos pocos se privilegian con la educación del pueblo, privatizándola y formateando la cabeza de los pibes y las pibas cabezas  para que el día de mañana formen parte de esa gran columna de trabajadores con derechos pisoteados y aprendan a no quejarse y trabajen con la boca cerrada. Nuestro principal objetivo es despertar el espíritu crítico y formar un espacio para la construcción del estudiante y del docente que la realidad necesita, docentes y estudiantes junto al pueblo y los trabajadores. Entendiendo siempre que la educación es la base que nos va a permitir la construcción de un mundo mejor. En ese sentido realizamos distintos tipos de actividades, culturales, políticas, cine debate, charlas, talleres, etc. Siempre abiertos a la participación de todos y todas. Sumate, aportá, no te quedés quieto.

                                                                                                                     


                                                                                         La Comuna