Se vienen los exámenes

Se vienen los exámenes

A vos te hablo, pebete a punto de empezar a estudiar para el parcial de mañana a la mañana. A vos que con tal de no comprar un resaltador nuevo por amarrete/a te la pasas chupando ese marcador que era amarillo fluorescente y que ahora es un transparente mojado. 

A vos te hablo, chico distraído, que resaltas sin prestar atención y al final todo el libro termina siendo una gran mancha verde (fluorescente, por supuesto). 

A vos te hablo, con tu súper mini micro resumen, o sea 5 hojas de los dos lados, con letra mínima tipo para machete, flechas que traspasan hojas enteras, tachones y abreviaturas del tipo ec (economía), acum (acumulada), lit (literatura) , pa (para) y otros monosílabos inentendibles que te hacen volver a la fuente original, léase 100 hojas de letra tamaño 4 escritas a máquina de escribir por aquella profe tan moderna que solo tiene 89 años y mal de alzheimer pero que se acuerda de aquella vez que le gritaste ‘vieja pelotuda’ y rezas todas las noches que para el final no te toque mesa con ella. 

O a vos, que te la diste de vivo no haciendo un carajo en clase cagándote de la risa de todos los que copiaban y cuando te sentaste a estudiar descubrís que tus apuntes tomados en clase son puros ta-te-tis, mensajitos estúpidos (onda: ¿qué hora es? 9:15, ¿qué hora es ahora? 9:22) y dibujos que serían dignos de mandar a tu psiquiatra y tenés que urgentemente salir para la casa de tu compañerito traga más cercano y gastarte 10 mangos en fotocopias de sus apuntes que, obviamente no entendés porque la letra resultó ser cruza de zurdo con nene de 2 años manco. 

Y a vos, que, pese a que tenés tus resúmenes, tus cosas resaltadas y todo en orden te colgas media hora pensando en EL o ELLA y que hubiese pasado si no le hubieras dicho lo que le dijiste y en su lugar le hubieras dicho lo que en primer lugar tenias pensado decirle que al final no te animaste a decir. 
O que llamas hasta a tus parientes que hace 20 años que tenés (léase mas o menos casi toda tu existencia) y te colgas hablando hasta con el perro con tal de no tener que memorizar las fórmulas de esa materia que te gusta tanto. 

Y que te quedás pensando: ¿Y a mi quien me mando a ir a la facultad? Si tengo mas de 18 y hago lo que se me canta? ¿Y si me meto a cartonear? O mejor, ¿si me tiro a ver tele y hago como si nada en la vida me importara y me convierto en una ameba desparramada por el sillón del living que lo único que hace es comer y dormir? ¡NO, NO, NO, NO, NO! 

Te va a agarrar tu papa, tío, mama, hermano mayor, abuela, verdulero de enfrente o el que sea que este pagando por tu educación y te compro todas las fotocopias, libros, anillados, exámenes, lapiceras, lápices, liquid paper (y además te cedió, sin saberlo, el vuelto) y te va a meter el resumen, el diccionario de portugués, el libro y hasta el profesor por el culo y mientras, te hace palanca con aquel famoso resaltador que ya no sirve hasta que te llegue al cerebro y por osmosis tus neuronas absorban el conocimiento. . y creeme, cuando te sientes al otro día para dar el examen te va a doler mucho, o te va a dar la desesperación típico no estudie…! …y te quedas despierto hasta las 3 de la mañana con toda sustancia inorgánica, léase 10 botellitas de coca cola, 19 cafés, para luego acostarte y levantarte a las 5am para seguir estudiando hasta que el profesor entre al aula, o directamente vas a empezar a machetearte en el banco los 6 capítulos del libro, lo que se vio en clase, el trabajo grupal y los apuntes extra. 



Grande Peter



¡BASTA DE APURONES! ¡BASTA DE MACHETES INCOMPLETOS! ¡BASTA DE PADRES ENOJADOS Y FINALES EN DICIEMBRE! 

Loco, media pila. Estamos en la facultad, a estudiar… o por lo menos a hacerlo estudiar a tu compañero de al lado para que te haga todo el parcial (y si no quiere que sea a punta de pistola). Hay métodos mejores flaco. Después se quejan de los profesionales incapaces en nuestra república…

                                                                                                    La Comuna